domingo, 8 de febrero de 2015

Nombre de Guerra (1)

La luz del sol comenzó a molestar mis parpados..ugh un dia mas de mis tediosas clases en la universidad. Cada vez falta menos para terminar mi carrera profesional. Cada vez falta menos para dejar de hacer lo que nadie sabe que hago.
Mientras termino de despertar y revolotear en mi abrigadora y calentita cama suena la alarma de mi iPod, por mas motivante que sea la canción que suena, nunca es bueno salir de la comodidad de mi cama.
Me siento en la orilla de mi cama, busco las pantuflas rosas que me regalo papá en navidad y me encamino hacia la cocina para encender la cafetera. Miro por la ventana de mi departamento en colonia de dudosa seguridad y puedo ver como el capote de mi auto esta cubierto por una capa de hielo y para colmo esta comenzando a nevar. Excelente, el frio que hace que me duela la nariz. Sera un dia genial. 
De vuelta a mi recamara con un termo de un buen cafe en la mano miro confundida mi closet, tipica mujer, tengo suficiente ropa y termino usando la misma, de dia por lo menos...

Escogo mi para nada atractivo outfit contra el frio clima...y dejo la calidez de mi departamentito de renta barata. Abordo mi antiguo carro y sufro al sostener el congeladisimo volante durante el camino a la facultad de ingenieria en las afueras 
de la ciudad. 
Al entrar al edificio donde tomo mis clases diariamente me saludan Kiara e Ishkra, junto con ellas somos las únicas mujeres en la generación de nuestra carrera. De las pocas mujeres que deciden entrar en esta carrera, tuvieron que ser las dos con los nombres mas raros y difíciles de aprender, y tenían que ser mis dos mejores amigas, obviamente.
Ni siquiera ellas sabían como vivo, como me sostengo económicamente. Siempre han creído que vivo de la pensión mensual que dejaron mis padres antes de enfermarse y morir. Primero mamá, y un año después papá. 
Kiara viene de una familia acomodada y de pulcros valores morales, su pequeño cuerpo luce mas estilizado gracias a los tacones enormes que usaba diariamente, no entiendo como camina tan fresca por la vida, yo a la hora de usar zapatos altos quiero por la ventana mas cercana.
Por el otro lado, Ishkra viene de una familia de mediana posición, a pesar de la fortaleza de su nombre,es una muchacha sencilla y sensible, de las que cree en el príncipe azul y las historias tontas y románticas. 
Henos ahí, las 3 únicas mujeres de la clase, rodeadas de hombres, unos grotescos y vulgares, otros guapos y alargadores... o todo junto.

Pasaron las 6 clases del dia sin siquiera poder tomar un receso para un snack. Muero de hambre, el café de la mañana definitivamente no rinde. Son casi las 2 de la tarde y yo a todos les veo cara de Krispy Kreeme. Necesito mejorar mi alimentación.

 - Kat, deja de vernos así, nosotras también estamos hambrientas. Abrieron un nuevo restaurant a unas cuantas calles de aquí, y  tenemos mucho que no salimos en plan de chisme, que dicen chicas? Yo invito. - Kiara definitivamente odia comer sola. De niña sus padres la dejaban con la niñera que siempre la observaba atentamente mientras comía

 - Vamos Kiara, cuantas comidas te debemos? Bien podríamos ir a tu casa y preparar algo de lo que tienes en tu refrigerador.-
Ishkra por el otro lado, odia la comida de restaurante. Siempre dice que no tiene cariño. No se como congeniamos tan bien las tres.

- Paso chicas, quiero adelantar algo de las tareas para poder dormir temprano. -si, claro- Me ire directamente a casa, pasare a comprar cualquier cosa en el camino. Muchas Gracias Kiara, diviertanse ustedes.
Antes de que reaccionen me levanto de la mesita que compartimos y me meto en mi viejo sedan. No hay tareas, pero tengo que prepararme psicológicamente para la noche.
 Al entrar a la unidad de edificios donde esta mi departamento, veo patrullas y una ambulancia. Ya estoy impuesta la verdad, la renta en la zona era una ganga, debí investigar antes de tomarlo. Llego a casa siendo las 3:30 de la tarde, arrojo la  mochila en el sofá y me meto en mi cama, mi mejor amiga que siempre esta ahi. Duermo profundamente hasta que son las 5:30. 
Maldición, el sol esta por esconderse y el baño sera cada vez mas frío, repentinamente siento un hoyo en el estomago y una vez mas olvide comer. Mi trabajo me esta consumiendo lentamente y ni siquiera vale la pena. Pero necesito pagar renta, recibos, comida y la universidad.  
Abro mi refrigerador y encuentro comida para preparar un sándwich, otra vez. Puedo comer sandwiches diario y no sufro. 

Lleno la tina con agua caliente y me sumerjo a disfrutar un poco de música y un buen cigarro. Me gusta cerrar los ojos mientras estoy en la tina, así ignoro los desesperantes detalles de la mala construcción que abundan en la pared. Ojala pudiera estar ahí toda
la noche, alternándola con mi cama por supuesto.

6:30pm y llego el momento que mas odio del día. Tengo que prepararme para mi trabajo. Me pongo exactamente lo mismo que use para ir a la facultad y envuelvo mi sándwich en un trozo de aluminio, otra termo con café me acompañan en el camino.
Finalmente llego a mi horrible trabajo. Milagrosamente al poco trafico llego media hora antes así que permanezco en mi auto mientras devoro mi sándwich con mi delicioso café. 
Estoy sumergida en la inmensidad de mis pensamientos cuando tocan la ventanilla:
- Vamos muñeca, tienes que estar lista a tiempo.- 


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